La Luna
La luna es el satélite natural de la Tierra y, aunque parece cercana, está a unos 384,400 km de distancia. Vista desde nuestro planeta, luce como un disco brillante en el cielo nocturno, reflejando la luz del Sol. Su superficie es rocosa y está marcada por cráteres formados por impactos de meteoritos, mares lunares (grandes llanuras oscuras de basalto) y montañas. A simple vista, esas manchas oscuras y claras forman patrones reconocibles, que muchas culturas han interpretado como caras, animales o símbolos.
La luna no brilla por sí misma: actúa como un espejo de la luz solar. Sus fases —nueva, creciente, llena y menguante— son producto de cómo se ilumina según su posición relativa al Sol y la Tierra.
Además, influye en las mareas oceánicas y ha sido fuente de inspiración en mitologías, poemas y canciones a lo largo de la historia.


