
Alcázar de Jerez de la Frontera
El Alcázar de Jerez de la Frontera es uno de los monumentos más representativos y antiguos de la ciudad. Se trata de un conjunto fortificado de origen islámico que ofrece un testimonio excepcional de la arquitectura almohade en la península ibérica.
Es del Siglo XI-XII, durante la dominación almohade (imperio musulmán del norte de África). Se encuentra en el extremo sur del casco histórico de Jerez, dentro del perímetro amurallado original de la ciudad y fue residencia de los gobernadores, sede administrativa y militar durante el periodo islámico; más tarde fue adaptado como residencia cristiana tras la Reconquista.
Conserva parte del recinto amurallado original, con torres defensivas y puertas en recodo. La Torre del Homenaje, de planta octogonal, es una de las más representativas.
Mezquita: Pequeña mezquita almohade del siglo XII, única conservada en Jerez. Tiene mihrab (nicho orientado hacia La Meca) y decoración sobria. Fue convertida en capilla cristiana tras la conquista.
Baños árabes: Conservados en buen estado, con salas fría, templada y caliente, cubiertas con bóvedas perforadas por lucernas estrelladas.
Palacio barroco: Construcción del siglo XVIII sobre estructuras anteriores. De estilo neoclásico con jardines y estancias nobles. Fue residencia de nobles y autoridades municipales.
Jardines y aljibes: Espacios ajardinados con trazado islámico, fuentes y canalizaciones. Varios aljibes subterráneos para almacenar agua de lluvia.
Tras la conquista cristiana de Jerez en 1264 por Alfonso X el Sabio, el alcázar fue reutilizado por los nuevos gobernantes. Durante siglos, fue centro del poder local, residencia señorial y símbolo de autoridad.
Actualmente es un monumento visitable y sede de exposiciones, eventos culturales y celebraciones civiles (como bodas). Ofrece visitas guiadas y actividades educativas.

