Teatro Marcelo y Templo de Apolo Sosiano
El Teatro Marcelo es una de las construcciones más destacadas de la Roma antigua. Ubicado en el corazón de la ciudad, cerca del río Tíber y a los pies de la colina Capitolina, fue construido durante el gobierno de Julio César y completado bajo el mandato de su sucesor, el emperador Augusto, hacia el año 13 a.C. Este teatro al aire libre fue diseñado para ofrecer espectáculos de teatro, música y entretenimiento, y es considerado un precursor del famoso Coliseo romano.
Fue el teatro más grande de Roma en su época, con una capacidad estimada para entre 15,000 y 20,000 personas. Su diseño semicircular sigue la tradición helenística de los teatros griegos, con gradas de piedra dispuestas en una pendiente que rodeaba el escenario.
El Templo de Apolo Sosiano es uno de los templos más significativos de la Roma antigua, dedicado al dios Apolo, una de las deidades más importantes del panteón romano. Ubicado cerca del Teatro Marcelo y al lado del Foro Holitorium, este templo destaca por su historia de renovaciones y su significado tanto religioso como político.
Combina elementos tanto de la arquitectura romana como de la griega. El edificio principal sigue el diseño clásico de los templos romanos, con una cella (la cámara interior donde se situaba la estatua del dios) y un pórtico frontal con columnas de estilo corintio. Los relieves y detalles de sus decoraciones muestran una clara influencia helenística. Tres columnas corintias son las únicas que permanecen en pie hoy en día. Estas columnas sobrevivientes tienen capiteles ricamente decorados, y son un recordatorio de la majestuosidad que el templo debió tener en su época de mayor esplendor.